Mi diario de aprendizaje en Igualdad
Este blog surge como consecuencia de buscar y ampliar mi formación y aprender todo aquello que este relacionado con la igualdad, porque a veces tenemos tan asumidas ciertas conductas que no somos capaces de discernir si son correctas o son realmente desigualdades
lunes, 6 de julio de 2020
Cartel de sensibilización
Que puedo hacer yo?
martes, 23 de junio de 2020
Transversalidad en mi entorno más cercano
domingo, 14 de junio de 2020
La Marquesa Roja
María Vinyals, la conocida como “Marquesa Roja es la pionera del
feminismo en Galicia | Fonte: Alvarellos
Pues vamos a por la segunda entrada de este blog y
donde vamos a hacer un poco Herstory.
Yo he elegido a María Vinyals, porque a mi personalmente es una mujer que me ha fascinado desde que supe de su existencia, supongo que por la cantidad de veces que he visitado el Castillo de Soutomaior (Pontevedra), e incluso trabajado en él y no saber hasta hace unos años de la existencia e historia de su última moradora.
Y quién era la María Vinyals?
Mujer interesada por el
arte, por la historia, por la literatura, por los trabajos de traducción,
mantuvo amistad con Emilia Pardo y como ella, fue una firme defensora de los
derechos de las mujeres.
A pesar de su posición
social de alta cuna, los fuertes ideales de María Vinyals no encajaban
demasiado con los de otras mujeres de su clase, ya que, desde muy temprana edad tuvo una especial sensibilidad
hacia las causas feministas. Algo que le llevó a ganarse
el apodo de La Marquesa Roja. Ella misma se definió como "una feminista militante en los tiempos en los que
nadie se ocupaba de esas cosas".
A pesar de todo ello su vida trascendió
muy poco y no es hasta el 8 de agosto de 1990, cuando el Ayuntamiento de
Soutomaior homenajea a Lluria (2º esposo de María Vinyals) y donde se hace
referencia a la Marquesa Roja.
María de la Asunción, Rosalía, Josefa, Aquilina, Zenobia, Eusebia y Anastasia Vinyals y Ferrés, escritora, pintora, articulista, activista social, feminista y sufragista española, nace en Soutomaior (Pontevedra) el 14 de agosto de 1875, de familia oriunda de Cataluña, su vinculación a Galicia se produce a raíz del matrimonio celebrado en 1867 entre Antonio de Aguilar Correa y Sotomayor, Marqués de Mos y de la Vega de Armijo, e Zenobia Vinyals y Bargés. Como no tuvieron descendencia María, sobrina Zenobia Vinyals, fue como una hija para los marqueses. Mujer de grande cultura, lectora de autores españoles y extranjeros, –Cervantes, Quevedo, Musset, Schiller, Taine– con un buen dominio de las lenguas (francés, inglés, alemán e portugués), se formó en otras disciplinas como la tecnología, la antropología y la literatura, y pronto empezó a destacar en los ambientes culturales y en las tertulias en las que fue introducida por su tío, el Marqués de Mos, en Madrid, frecuentó los debates intelectuales de los cafés de Madrid, espacios reservados en aquel momento a los hombres, donde pasaba los inviernos, porque los veranos siempre estaba en el Castillo de Soutamaior en Pontevedra.
© Alvarellos
En 1896, con un matrimonio acordado, se casa en el Castillo de Soutomaior con Juan Nepucemo Jordán de Urries y Ruiz de Arana, marqués de Ayerbe, embajador de España en distintos países, como Portugal y se convierte en Marquesa de Ayerbe, comenzando a relacionarse con distintas personalidades e incluso miembros de la realeza lusa, por esa época ya iniciara su actividad pictórica bajo el maestrazgo de Joaquina Serrano, y asistiera a las Exposiciones Nacionales de Bellas artes en los años 1890 y 1895, pero estas actividades las abandona para centrarse en la literatura y en las actividades sociales.
Al morir su tío hereda el
castillo, y tras una ardua y compleja
investigación, publicó la obra, El Castillo del Marqués de Mos en Sotomayor. Apuntes históricos (1904), en la que recogía todos los
datos que pudo recopilar sobre aquella fortaleza que la había visto crecer. Un compendio que, a día de hoy, sigue siendo
fundamental para conocer a fondo la historia de este Castillo. Ella misma
escribe sobre los motivos que la impulsaron a realizar este trabajo:
“Nacida en el Castillo
mismo, habiendo crecido bajo los frondosos castaños de su parque, bautizada y
casada en su capilla, y amante, como gallega, de mi terriña, me he interesado siempre muchísimo por todo
cuanto a aquellos vetustos muros se refiere, y más de una vez acudió a mi mente
la idea de dedicar los ocios del verano, que paso siempre
en Sotomayor, a recopilar documentos y restablecer la ignorada historia de la
fortaleza que sigue dominando el valle”.
Un año más tarde,
aparecieron artículos suyos en la revista Galicia de
Buenos Aires, con el título «La influencia social de la mujer», donde defiende la
elevación del nivel intelectual de las mujeres al entender que la regeneración
de un pueblo es cuestión de pedagogía y en la revista Galicia de Madrid, con el título «El voto femenino».
Este último fue escrito como respuesta a una carta de Carmen de Burgos, Colombine, que pidió su opinión “acerca de los méritos que abonan a la
mujer para gozar del derecho al voto”. En aquel momento Vinyals era de la
opinión de que el hecho de otorgar el voto a las mujeres solo podría ocurrir
cuando adquiriesen os derechos y garantías de que carecían y que irían acrecentando con la cultura,
porque de lo contrario, sería prescindir de los cimientos para comenzar la caza
por el tejado. Años más tarde (1925) escribiría otro artículo de idéntico título
en el periódico La Correspondencia de Cienfuegos, en que reivindicaba
a igualdad jurídica de hombre y mujeres y reclamaba el derecho el voto para las
mujeres.
En su libro, el historiador Diego Piay Augusto (Pontevedra, 1979), escribe: “En 1905, las librerías de
Madrid exhibían una novedad editorial que llevaba por título Rebelión y que podía adquirirse por tres
pesetas. En apariencia, una novela de carácter trágico
que narraba el infortunio de una cierta Lucía, Vizcondesa de la Lora del Río, cuyos
amargos lamentos por su desafortunado matrimonio con Álvaro inundaban todas las
páginas. La obra contaba con otros personajes bien caracterizados, como Jorge;
el Barón Ashfelt; o el Duque de Cazalla, tío de Lucía”.
La autoría de la novela
parecía corresponder a un extraño nombre: Joyzelle. Pero
bajo ese curioso pseudónimo se encontraba María
Vinyals quien, presa de un primer matrimonio fallido y de
conveniencia, con Juan María Nepomuceno, VI Marqués de Ayerbe, había decidido
romper sus ligaduras y contar su historia,
enmascarándola tras la ficción de esta novela en la que ella era Lucía, su
marido estaba representado por Álvaro, su querido tío era el Duque de Cazalla y
Jorge era ni más ni menos que el hombre del que se encontraba enamorada y
con el que acabaría casándose en segundas nupcias: Enrique Lluria.
María Vinyals, que firmó en ocasiones como “Marquesa de Ayerbe” e “María Lluria”, fue una adelantada a su tiempo, y fue en 1906 cuando la Real Academia Gallega la nombró académica junto con otras 13 escritoras.
Entabló relación con Emilia Pardo Bazán, María Barbeito y Carmen de Burgos, y en 1906 se inscribió en el Ateneo de Madrid. Es también en 1906 cuando escribía sobre la situación de las mujeres «su situación en nuestra sociedad es anormal, es arcaica. Modificada por completo la vida del ciudadano, la existencia de la mujer, es con escasas diferencias, la misma que hace dos siglos...»
Fue fundadora del Centro Ibero-Americano
de Cultura Popular Femenina y Escuela de Madres de familia, –cuya
presidencia ocupó María Vinyals– pronunciando una conferencia en que insistió
en el tema de la educación e instrucción de las mujeres y en el lugar que
deberían de ocupar en la sociedad. “…hoy día (…) toma más cuerpo y más consistencia
la cuestión femenina, la mujer pugna con más brío por romper los verdaderos
obstáculos tradicionales que la mantienen en una condición que no marcha a la
par con las libertades de que disfrutan los hombres ni con las exigencias que
los adelantos de la ciencia imponen a la sociedad moderna. Su situación en
nuestra sociedad es anormal es arcaica. Modificada por completo la vida del
ciudadano, la existencia de la mujer es, con escasa diferencia, la misma que
hace dos siglos, y si goza de algunas más libertades para salir o para viajar,
son únicamente aplicables a sus diversiones y esparcimientos, que acrecientan y
fomentan su frivolidad nativa, no aplicables al trabajo regenerador y
vivificante, redención única y verdadera de nuestro sexo.”
Fotografiada en 1907 por Campúa junto
a Emilia Pardo Bazán y Faustino
Rodríguez-San Pedro.
Al fallecer el Marqués en
1908, se casa al año siguiente con el médico y sociólogo cubano Enrique Lluria, de profundas convicciones socialistas, quien trabajó como ayudante de Ramón y Cajal, posiblemente
la figura determinante para que la escritora
se lanzara, definitivamente, hacia esos principios que ya estaban presentes en
su cabeza desde hacía tiempo.
Miembro del Partido Socialista Obrero
Español estuvo afiliada en la Agrupación Socialista Femenina de
Madrid del 1 de julio de 1917 al 30 de junio de 1918, aunque ya anteriormente
había pronunciado conferencias en la Casa del Pueblo y había sido miembro de la
Escuela Nueva. Escribiría varios artículos en publicaciones como El Imparcial, El Fígaro, o Blanco y Negro. Trató
en sus escritos la cuestión de la importancia de la educación de la mujer como
herramienta para la regeneración social, además de propugnar la
complementariedad del hombre y la mujer en la gestión pública
Fue durante el verano de 1910 cuando la familia se
trasladó definitivamente al Castillo de Soutomaior, lo que hizo que el Castillo se convirtiera en el núcleo de atracción de numerosas personalidades y artistas. Por lo que desde 1910 a 1917, recibió a distintitos
personajes como el socialista Pablo Iglesias y al Pintor Joaquín Sorolla, amigo
de la pareja y que retrató a la Marquesa Roja en 1910, pero el cuadro
desapareció durante la Guerra Civil. Así pues, la única pintura que ha llegado
hasta nosotros de la escritora es la realizada por José Santiago Garnelo y Alda,
que se conserva en el
Museo Garnelo.
©
Alvarellos Editora
Cuando ella y su nuevo
esposo se trasladaron al Castillo
de Sotomaior, fundaron cerca
de este el primer sanatorio de Galicia. Cuenta
la leyenda que para sufragar los gastos del sanatorio, la Marquesa Roja vendió parte del tesoro que se almacenaba
en el castillo, del que formaba parte la espada de Cristóbal Colón.
La decisión fue un éxito y la fama del doctor
cubano alcanzó su cénit. Cada vez más pacientes llegaban a su clínica y la propaganda lo anunciaba como un centro sin igual:
“Los neurasténicos
encontrarán un medio ambiente excepcional, por el aislamiento y reposo que se
disfruta en los jardines y bosques de pinos, cedros y eucaliptos que rodean el
Sanatorio, así como en los frondosos castañares, que cuentan siglos de existencia.
El Letrado y el Arqueólogo ancho campo de investigación; el Naturalista una
flora incomparable y variadísima. Los aficionados a los deportes, preciosos
aseos, pesca abundante y juegos de sport”. El castillo
era, para entonces, un sanatorio, un complejo de reposo y un auténtico centro
cultural y deportivo.
Sus colaboraciones con la
prensa y sus conferencias continuaron incidiendo en su mayor parte desde el punto
de vista feminista, quedan reseñas en los periódicos en intervenciones en diciembre
de 1915 donde pronunció una conferencia en la Casa del Pueblo de Madrid donde habló sobre “La mujer
compañera del hombre”. O el 25 de enero de 1916 interviniendo en el Recreo de
Artesanos de Pontevedra hablando sobre “El feminismo y la galantería”, donde
recordó la situación femenina a lo largo de la historia y defendió la necesidad
de dar a las mujeres una educación cívica e igual en derechos que a los
hombres. El 27 de marzo de 1916 disertó sobre “Concepto realista e idealista de
la felicidad” en el Círculo de Artesanos de A Coruña. También en el Ateneo de
Madrid, el 14 de enero de 1919, volvió a dar una conferencia para hablar de “La carencia de sentido social en la mujer”.
Después de que sanatorio y castillo cayeran en desgracia al
rumorearse que servían de base para las reuniones de los altos cargos socialistas, puesto
que la pareja era miembro del partido; motivo por el que fueron despojados de
las propiedades, que salieron a subasta en 1917 y se trasladasen a Madrid.
Poco después en 1919, ambos
se marcharon a Cuba. Durante su estancia en el país caribeño, la pareja comenzó
a formar parte de agrupaciones socialistas y Vinyals durante su estancia en la
isla caribeña publicó algunos textos literarios en la Revista Social de la
Habana.
Cuando Enrique Lluria fallece, en 1925, la vida de la
marquesa comienza a tornarse una incógnita. Unos dicen que falleció en
Alemania, sumida en la miseria; otros, que partió para México y para Estados Unidos;
y los menos, que regresó a Madrid. Diego Piay
cuenta que regresó a España tras la muerte de su marido e hijos y con ayuda de una asociación gallega de la Habana, que le financia
el billete regresa a Madrid, donde llegó a vérsela pidiendo limosna.
Su fallecimiento se fecha
en París durante la ocupación nazi pero tampoco se puede constatar su presencia
en Francia en esa
Como curiosidad, cabe resaltar la traducción del inglés que realizó Vinyals, en 1935, de un bestseller de la época: Los piratas de Venus, de Edgar Rice Burroughs.
En junio de 2016 la
Diputación de Pontevedra presenta la Escuela de Igualdad María Vinyals, con
sede en el Castillo de Soutomaior, queriendo rendir homenaje a esta mujer por
ser una de las pioneras del feminismo en Galicia. Esta escuela tiene como objetivo
la formación en la lucha contra la violencia de género y en defensa de la igualdad
y a mi juicio ha sido muy buena elección porque María Vinyals era una mujer
consciente de que la única revolución posible para conseguir un mundo justo en
libertad e igualitario es la educación.
En la actualidad, y es que
ahora parece que todos se acuerdan de ella, en memoria de la marquesa de
Ayerbe se elabora un vino en el castillo de Soutomaior.
Referencias
1. https://es.wikipedia.org/wiki/María_Vinyals
2.
https://www.academia.edu/1508438/Unha_muller_para_a_Historia_Mar%C3%ADa_Vinyals_marquesa_de_Ayerbe
4. Cernadas Martínez, Silvia (2012).
«Unha muller para a Historia: María Vinyals, marquesa de Ayerbe». En: Miguel
García-Fernández, Silvia Cernadas Martínez, Aurora Ballesteros Fernández
(Eds.). As mulleres na historia de Galicia (Santiago de
Compostela: Andavira Editora) 2: 41-62. ISBN 978-84-8408-647-5.
6.
http://culturagalega.gal/album/detalle.php?id=178
9.
https://www.depo.gal/escola-de-igualdade-maria-vinyals
12.
https://www.culturamas.es/2014/08/17/maria-vinyals-y-ferres-la-marquesa-roja/
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